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17 de julio, 2020

Jorge Podestá: "Resolver la deuda es clave para estabilizar el mercado doméstico"

Periodista: ¿Por qué le parece que no se logra consolidar un mercado de capitales robusto en nuestro país?

Jorge Podestá: El mercado de capitales, como todos los sectores, va muy ligado a la evolución y los vaivenes de las condiciones macroeconómicas y políticas. Observando retrospectivamente, la imposibilidad de ir achicando el déficit fiscal y la búsqueda de financiamiento mayormente en los mercados internacionales agregaron riesgos y volatilidad a la economía. Los flujos de inversiones externas, así como entran en manada en los momentos favorables, salen aún a mayor velocidad cuando las condiciones empeoran. Por eso es clave profundizar el desarrollo del mercado de capitales doméstico e incentivar que el ahorro interno comience a conectarse con las necesidades de financiamiento público y privadas.

P: ¿Trajo avances la Ley de Financiamiento Productivo? Una novedad era la factura electrónica, pero su uso es marginal.

J.P.: Fue un avance importante y agregó nuevos instrumentos para intentar conectar la economía real con el mercado financiero. La paradoja es que cuando terminó de aprobarse y reglamentarse las condiciones económicas empeoraron fuertemente (a partir de 2018). Respecto de la factura electrónica, si bien es un instrumento que podría traer facilidades y dinamismo para el financiamiento de empresas, todavía no tomó el vuelo necesario. Y los cheques, y bajo este contexto los echeq, siguen predominando como documentos de descuento. Dentro de esta ley se impulsaron instrumentos hipotecarios y el resurgimiento de los Fondos Cerrados, que permanecen como vehículos muy eficientes para el desarrollo de la vivienda y otras ramas de la economía real y que irán tomando vuelo en la medida que tengamos una mayor estabilidad y la actividad logre recuperarse de la pandemia. Nosotros estamos muy involucrados en la gestión de Fondos Cerrados.

P: ¿Cómo resumiría el impacto en el mercado de capitales de la crisis que viene viviendo la Argentina desde 2018?

J.P.: A partir de mayo de 2018 la fuga de capitales se aceleró y también la búsqueda de cobertura por parte de individuos y empresas. A esta situación se le sumó el agravante de la pandemia, que está teniendo un impacto muy fuerte en la actividad de la mayoría de los sectores económicos. Si bien esto se vio reflejado en una caída de los volúmenes operados en el mercado doméstico, toda crisis trae una oportunidad. Ante la reestructuración de la deuda soberana, es de esperar que los mercados externos permanezcan cerrados por algún tiempo y es ahí donde se genera la necesidad de fortalecer al mercado de capitales local.

P: ¿Las colocaciones de ON que lograron las compañías este año, son un poco de aire fresco?

J.P.: Las grandes empresas encontraron una ventana de oportunidad para buscar financiamiento en el mercado local. Por un lado, se les dificulta lograr financiamiento en los mercados externos, dentro del contexto de reestructuración de la deuda. Y por otro lado, las empresas encontraron mucho apetito por parte de inversores institucionales domésticos, que buscan colocar sus excedentes de liquidez, en créditos privados de muy buena calidad, de alguna manera buscando diversificar el riesgo público.

P: ¿Cuán importante diría que es para el mercado que Argentina logre reestructurar su deuda?

J.P.: Es clave y es el camino que está recorriendo el Gobierno. Si bien esto no va a implicar que la Argentina pueda volver a financiarse rápidamente en los mercados internacionales, sí es muy importante para lograr estabilizar al mercado doméstico. Si se logra el acuerdo será importante aprovechar el impulso para continuar el camino hasta acá recorrido de normalización de la curva de pesos (que se refleja hoy también en las emisiones privadas), y hacerlo extensivo a la curva de dólares.

P: Sobre Vicentín, ¿hubo interés por parte de Allaria Ledesma?

J.P.: Venimos impulsando una mayor vinculación entre el mercado de capitales y la economía real. Así como inicialmente nos involucramos en financiar e invertir en desarrollos inmobiliarios, también observamos una oportunidad en el sector del agro, para poder extender las herramientas de financiamiento más eficientes al sector. Creamos una compañía para ese fin (Allaria Agro) y, dentro de ese marco, surgió la posibilidad de involucrarnos en Vicentín, teniendo conversaciones con los actores intervinientes y viendo una oportunidad de recuperar una compañía emblema del sector mediante una acción mixta (inversores privados y Estado). Finalmente, el Estado decidió intervenir la empresa para reencauzar la actividad y despejar las incertidumbres para todos los involucrados (empleados, productores, cadena de valor, acreedores, accionistas). Si bien la situación sigue confusa en términos legales, creemos que sigue abierta la posibilidad de que, en un camino privado, mixto o estatal, Vicentin pueda apoyarse en el mercado de capitales doméstico en algún futuro.

P: ¿Qué cambios puede dejar la pandemia en la forma de operar?

J.P.: El mercado se ha modernizado, apoyado en los desarrollos tecnológicos que se vienen implementado desde los mercados como ByMA. Una situación indeseada como esta pandemia deja externalidades positivas en materia de modernización y tecnología. Todos aprendimos a trabajar de forma remota y hay situaciones como la masividad en el uso del echeq, la operatoria online, entre otras, que llegaron para quedarse. Este impulso tecnológico también permitió una mayor difusión del mercado de capitales y una mayor inclusión de inversores retail.

Fuente: Ámbito Financiero

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